Nuevo edificio en Andra Mari Ikastola. Amorebieta- Etxano

El nuevo edificio para la Ikastola de Andra Mari se situará en el actual recinto de entrada. Este espacio, con su arbolado variado con plantas y flores y una amplia zona de césped, hace que la primera visión que tiene el visitante sea la de un recinto de acogida y estancia agradable, amable, fresco y natural.

La necesidad de ampliar la Ikastola con una nueva edificación en esta parcela obliga a eliminar gran parte de la vegetación existente, por lo que se debe buscar una solución que minimice el impacto que supondrá el cambio de esta zona verde naturalizada con la ocupación del edificio.

Se propone un edificio de madera y vidrio, que se reviste en uno de sus volúmenes con contraventanas correderas de chapa perforada lacada con los colores de la vegetación circundante, para lograr la integración en el entorno y con el rico arbolado del parque situado al otro lado de la carretera.

Además, el edificio incorpora a su interior dicha vegetación mediante un patio ajardinado que se abre a la parcela contigua por la fachada Este. El patio se convierte en el verdadero protagonista del edificio: además de servir de acceso, resuelve las conexiones con el edificio existente y las circulaciones internas.

Consideraciones de sostenibilidad y ahorro energético

El patio ajardinado es muy eficaz como elemento pasivo para la mejora de la eficiencia energética del edificio. Por un lado, con su vegetación se convierte en un amortiguador térmico. En verano se creará un ambiente más fresco, mientras que en invierno existe la posibilidad de cubrirlo y, mediante el efecto invernadero, acumular calor en su interior. Se obtendrá, por tanto, un ahorro energético en la climatización del edificio.

Además, el patio permite la ventilación cruzada en todo el edificio, mejorando su comportamiento. También consigue la iluminación natural tanto en las aulas como en los elementos de circulación, reduciendo el consumo de iluminación.

Como otras medidas sostenibles se propone la generación de cubiertas ajardinadas que dotan de un gran aislamiento a la cubierta. De esta manera, se vuelve a incorporar la vegetación a la edificación.

El edificio busca la luz y la buena orientación. Para protegerse del deslumbramiento y el soleamiento excesivo en verano, se plantean lamas orientables de madera o contraventanas correderas de chapa perforada lacada en el volumen de las aulas. 

Se ha optado principalmente por la utilización de materiales sostenibles con una mínima huella ecológica como puede ser la madera.

Además de todas estas medidas pasivas, se dotará al edificio de instalaciones eficientes con lo que se conseguirá un edificio sostenible y eficiente.